Cuando Adrian llegó al West Ham United en el verano de 2013, era un virtual desconocido para Claret y Blue Army y hablaba solo un puñado de palabras en inglés.
Seis años después, mientras se prepara para irse del este de Londres después de media docena de temporadas memorables, Adrian no es solo un héroe de culto para nuestros aficionados, sino que también habla su idioma con fluidez.
Luego de ser descubierto por el entrenador de porteros Martyn Margetson durante la temporada 2012/13 cuando jugaba con Betis de la Primera División española, los Hammers se movieron rápidamente para llevar al guardavallas, de 26 años de edad, a Boleyn Ground en una transferencia gratuita.
Al inicio, esperó pacientemente su oportunidad, ya que el manager Sam Allardyce se mantuvo leal al experimentado Jussi Jaaskelainen. Recibió un penalty en su debut, en la victoria sobre Cheltenham Town en la Copa de la Liga, pero esa paciencia se vio recompensada cuando le dieron una oportunidad en el partido de la Premier League en el Manchester United cuatro días antes de la Navidad de 2013, y lo tomó con ambas manos enguantadas.
Al final de la temporada 2013/14, las espectaculares exhibiciones de Adrian le habían otorgado los premios Fichaje del Año y Mejor Actuación en un Partido, y acabó segundo detrás del capitán Mark Noble en el premio al Hammer del Año, otorgado por los aficionados del club.
El momento más destacado de la carrera de Adrian en Claret y Blue se produjo el 13 de enero de 2015, cuando los Hammers fueron anfitriones del Everton en una repetición de tercera ronda de la FA Cup.
Después de 120 minutos de acción, el partido se fue a los penaltis. Luego de que Adrian detuvo el disparo de Steven Naismith y vio a su compatriota Joel Robles golpear el travesaño, el número 13 arrojó teatralmente sus guantes al césped antes de convertir su propio disparo para calificar al West Ham. Su celebración, una deslizada frente a la tribuna Bobby Moore, es la imagen perdurable de una noche inolvidable.
Adrian fue nuevamente nombrado segundo lugar en el premio Hammer del Año en 2015, detrás de Aaron Cresswell, y siguió siendo el titular de los Irons para la siguiente campaña, la última en el viejo estadio.
Ese verano, el West Ham se mudó al London Stadium, donde Adrian comenzó el primer partido oficial ante el gigante italiano Juventus en agosto de 2016. El mismo mes, recibió por primera vez un llamado a la selección absoluta de España.
Las llegadas de Darren Randolph y Joe Hart presionaron la posición de Adrian y tanto Slaven Bilic como David Moyes optaron por dejar al español fuera de sus alineaciones iniciales en alguna ocasión, pero el español siguió siendo el mejor profesional, trabajando duro para recuperar su lugar y actuando admirablemente cuando se le solicitó.
El fichaje de Lukasz Fabianski en el verano de 2018, y su espectacular actuación -que le valió el premio al Hammer del Año- puso fin a la carrera de Adrián en la Premier League con los Hammers, pero recibió una cálida acogida cuando participó en las competiciones de copa la temporada pasada, aumentando su total de apariciones para el club a 150.
Fuera del terreno de juego, Adrian se instaló rápidamente y sin problemas en Londres, donde su esposa y sus pequeños hijos se sumergieron en el West Ham United, mientras que su familia viajaba regularmente desde su ciudad natal de Sevilla para apoyarlo a él y a sus compañeros.
Con su amplia sonrisa y su amable sentido del humor, Adrian se hizo amigo de compañeros de equipo, personal y aficionados.
Sale un héroe de culto del West Ham United cuya contribución durante un período histórico en la historia del Club nunca se olvidará.